Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado una “etiqueta inteligente” que permite conocer el grado de frescura del pescado envasado. La etiqueta se encuentra adherida al propio envase y está elaborada con un nuevo material polimérico con propiedades colorimétricas, que produce un cambio de coloración perceptible al ojo humano (de amarillo a rojo) en presencia de aminas biógenas.
Las aminas biógenas son compuestos nitrogenados de bajo peso molecular que se forman por descarboxilación de aminoácidos libres por acción de la descarboxilasa, una enzima de origen microbiano. Por ello, las aminas biógenas se utilizan como indicador de la frescura del pescado ya que una ingestión de alimentos con altas concentraciones de estas produce diversos efectos tóxicos: síntomas gastrointestinales, hemodinámicos, cutáneos y neurológicos.
A nivel de laboratorio, la etiqueta ha tenido una eficacia del 100%, por lo que ahora buscan inversores para desarrollar la etiqueta a nivel industrial. Su aplicación en la industria garantizaría una mayor calidad y seguridad alimentaria, ya que tanto el consumidor como las empresas podrían controlar mejor la frescura del producto. Otras de su ventajas son su bajo coste y su facilidad de uso.
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